We have come to play
Editorial
Compartimos esta irreverente, gamberra, colorista y diferente wedding inspiration con vosotros y, aunque Esto no es Las Vegas, bien podría serlo. Todo es posible si así lo queremos. Podemos cambiar las reglas y por tanto la forma como vemos los sitios y percibimos las bodas.
¿Por qué cortar una tarta nupcial y no brindar con una botella de tequila?… ¿Por qué hacer una entrada con los padrinos y no con tu peludo perro?… ¿Por qué llegar a la iglesia del pueblo en un escarabajo antiguo pudiendo hacerlo en una capilla de Las Vegas y derrapando con un Cadillac del ’58?… ¿Por qué bailar un vals nupcial en lugar de abrir la ruleta del casino?
En el momento en el que nos toca decidir cuándo, cómo y dónde casarnos dejémonos de tradiciones y convencionalismos, vayamos al casino, juguemos todo al rojo y perdamos la cabeza con unos Daiquiris. Ya va siendo hora de montar ese fiestón que siempre soñaste en un Motel decadente o de irte con el amor de tu vida hasta donde el depósito de gasolina os lleve. Será vuestra boda, así que son vuestras reglas, tú marcas el protocolo. Hay que aprovechar la oportunidad y hacer realidad lo que siempre has querido. Tu día más alocado, el más irreverente.
Y recuerda que lo que pase en vuestra boda, se queda en vuestra boda.
































